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Hacer ejercicio y comer bien

Hacer ejercicio y comer bien para mejorar tu felicidad

Hace tiempo que nos dicen que hacer ejercicio y comer bien mejorará nuestra salud y nuestra felicidad. Una estrategia sencilla, pero que muchos de nosotros nos esforzamos por mantener en todo momento.

Sin embargo, un reciente estudio ha descubierto que hacer ejercicio con regularidad y comer frutas y verduras también mejora nuestra sensación de bienestar general, vinculando la «relación entre el estilo de vida y la satisfacción vital».

«Nuestras estimaciones de la fase 2 IV muestran claramente que las frutas y verduras y la actividad deportiva (ambas físicamente saludables) son muy eficaces para mejorar el bienestar subjetivo».

Lifestyle and Life Satisfaction: The Role of Delayed Gratification.

Realizado por investigadores de la Universidad de Kent y la Universidad de Reading y publicado en el Journal of Happiness Studies, este estudio se propuso utilizar dos sencillas métricas de estilo de vida (el consumo de frutas y verduras y la práctica de deporte o ejercicio físico) para comprobar si había alguna diferencia en el bienestar en función de factores como la edad, la educación, la región, los ingresos o el sexo.

¿Los resultados? Aunque hubo algunas variaciones dentro de cada categoría en cuanto al impacto positivo, éste siguió siendo significativamente positivo en general, lo que significa que todo el mundo puede esperar mejorar su felicidad si hace ejercicio y come bien.

¿POR QUÉ CREAR ESTE ESTUDIO que relacina hacer ejercicio y comer bien?

Hacer ejercicio y comer bien

Desde los lunes sin carne y el «Veganuary» hasta los programas de «camina y pedalea al trabajo». En la última década se han incrementado las opciones de estilo de vida que no solo nos benefician a nosotros, sino también al medio ambiente. Sin embargo, al cambiar nuestro estilo de vida y hacer cosas que nos dicen que «nos harán bien», ¿nos sentimos más felices como resultado?

«Al analizar el impacto de estos cambios en el bienestar individual… Consideramos si estos cambios se producen a costa del placer afectivo y/o de la satisfacción vital a largo plazo.»

Lifestyle and Life Satisfaction: The Role of Delayed Gratification.

El equipo de investigación analizó los datos de un estudio realizado por la Understanding Society. En el estudio participaron 14.159 individuos (5926 hombres y 8233 mujeres) de 40.000 hogares del Reino Unido. Les interesaba comprobar si las personas que «invertían» en su salud comiendo fruta y verdura y haciendo ejercicio también manifestaban niveles positivos de satisfacción vital.

Un aspecto interesante de este estudio fue la correlación entre el autocontrol y la satisfacción vital. Las personas que veían el beneficio de «pagar por su futuro» comiendo bien y haciendo ejercicio se sentían, según los informes, mejor con respecto a sus vidas que las que hacían cualquier cosa que les hiciera sentir bien a corto plazo (pero no necesariamente tan saludable). Así pues, este estudio se centró en los beneficios de la gratificación retardada.

GRATIFICACIÓN RETARDADA: SISTEMAS AFECTIVOS VS. DELIBERATIVOS SISTEMAS DELIBERATIVOS

El consumo de frutas y verduras y la actividad deportiva se realizan a menudo como inversión para un futuro más saludable, más que porque aporten un placer inmediato.

Lifestyle and Life Satisfaction: The Role of Delayed Gratification.

Este estudio examinó las investigaciones previas en torno al «modelo de decisión dual» del cerebro. Este modelo involucra dos partes separadas del cerebro: el sistema «afectivo» y el sistema «deliverativo».

El sistema afectivo de nuestro cerebro recibe información sensorial que nos hace tener reacciones emocionales como la ira o la felicidad. También es el área que se relaciona con el «consumo instintivo» debido a estas emociones, como la alimentación reconfortante.

Hacer ejercicio y comer bien

Los individuos que son capaces de retrasar la gratificación tienen más probabilidades de llevar un estilo de vida saludable (consumir fruta y verdura y hacer ejercicio) que los individuos que quieren una gratificación instantánea.

Lifestyle and Life Satisfaction: The Role of Delayed Gratification.

Nuestro sistema deliberativo es la parte de nuestro cerebro que se encarga del pensamiento abstracto, la planificación y otros procesos cognitivos superiores. Es el área que nos ayuda a comprender las consecuencias a largo plazo de nuestras acciones y a ser un poco más previsores.

En lo que respecta a la nutrición, no es de extrañar que a nuestro sistema afectivo le guste el tipo de alimentos que nos proporcionan una gratificación instantánea. Una dieta rica en grasas, azúcares, carbohidratos y carne nos da placer a corto plazo, pero no siempre es buena para nuestra salud a largo plazo.

Por otro lado, nuestro sistema deliberativo puede reconocer los beneficios de realizar ejercicio y comer bien. Entiende que al retrasar la gratificación, acabamos potenciando nuestra salud y felicidad a largo plazo.

LA NEUROCIENCIA DE LOS PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO

Una parte remarcable de este estudio fue cómo estas dos partes diferentes de nuestro cerebro luchan con situaciones como por ejemplo hacer propósitos de Año Nuevo. Nuestro sistema deliberativo establece objetivos con buenas intenciones, pero nuestro sistema afectivo no ve el sentido de cumplirlos.

El cerebro planificador tiene objetivos diferentes a los del hacedor y está claro que el planificador que establece propósitos de Año Nuevo es, en muchos casos, derrotado por el hacedor que los rompe al concentrarse en ganancias de consumo a corto plazo.

Lifestyle and Life Satisfaction: The Role of Delayed Gratification.

Así pues, nuestros propósitos dependen de nuestra capacidad para retrasar la gratificación y centrarnos en los beneficios a largo plazo en lugar de ceder a las «tentaciones» más inmediatas. Tal vez una de las formas de ayudarnos a corto plazo sea centrarnos en cómo convertir la alimentación sana y el ejercicio en un hábito, de modo que podamos cosechar las recompensas más adelante.

Algunas de las formas para conseguir crear una actividad en un hábito es la repetición, márcate un objetivo e intenta cumplirlo cada día. Todos nuestros productos realizan un seguimiento de la actividad 24/7 con el que podrás visualizar el tiempo activo, las calorías consumidas y la actividad realizada. Además podrás configurar un objetivo de actividad diaria para motivarte a moverte durante el día.

En definitiva, esta investigación demuestra hasta qué punto nuestra capacidad de autocontrol puede mejorar nuestra felicidad y aumentar nuestra sensación de bienestar general, lo que supone un incentivo más para hacer ejercicio y comer bien. Después de todo, ¿quién no querría sentirse más feliz?

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Ten en cuenta que la información de los artículos de Polar blog no pretende sustituir el asesoramiento de un profesional sanitario. Consulta a tu médico antes de empezar un nuevo programa de fitness.

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